sábado, 8 de noviembre de 2014

A MÍ SÍ ME INTERESA LA VIDA PRIVADA DEL SEÑOR MONAGO

     Por supuesto que me interesa la vida privada del señor Monago. Si fuese negro o chapero, por ejemplo, sería otro cantar. Si fuese hija adolescente de un albañil divorciado y  parado de larga duración, se quedase preñada en un desliz provocado por uno de esos ataques febriles y descontrolados de hormonas que disparan las libidos sin saber por qué y se viese abocada a tomar la decisión de abortar para no destrozar dos (o más) vidas que todavía no han empezado a asentarse en este incierto mundo, no tendría nada que juzgar.
 
     Si tuviese un hijo que decide presentarse a concursos estúpidos cuyo objetivo es defender a ultranza el orgullo (siempre vanidoso y difícilmente "abogable") a costa de perder la dignidad, ni me preocuparía. Simplemente cambiaría de canal o apagaría la televisión.
 
     Le invitaría a una copa si lo encontrase en una barra de bar de madrugada bebiéndose, fumándose (y que más da si, tal vez esnifándose) hasta el último euro de su ridícula paga de pensionista para tratar de evadirse de un realidad (¡qué importa cual!) que ya no puede soportar más.
 
     Inmigrante ilegal o empapelado, puta, comercial, futbolista, corredor de bolsa, "rockero", homosexual,  o incluso folclórica despechada. A los "progres", por naturaleza, no nos interesan los líos privados de nadie porque vamos a lo nuestro y pasamos por la vida como volcanes inactivos aparentemente inofensivos... hasta que entramos en erupción, claro.
 
     Y en esto que llega el señor Monago que vive y bebe (y viaja) patrocinado por un partido de gente que siempre esta removiendo el magma con sus doctrinas y su falsa moral, predicando lo que está mal y lo que deja de estar bien y todo empieza a coger temperatura. La lava de los prejuicios que profesan hacía los que no cumplen sus criterios de homogeneidad social, se mezcla con las cenizas de su doble moral y los gases (fétidos) de su hipocresía y todo estalla irremediablemente.
 
     Por tanto, a estas alturas en las que todo es actividad provocada dentro de este cráter que siempre aspiró a mantenerse sereno y en calma con respecto a los quehaceres íntimos del personal ajeno, por supuesto que me interesa que un señor que pertenece a un grupo que no consiente infidelidades del prójimo, cumpla penitencia por sus propias deshonras.
    

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